viernes, 27 de diciembre de 2013

II. El poeta.

II. El poeta. 

1. El poeta (del griego poietes, el que crea, el novador, el que halla e inventa maravillas.) es el que realiza la belleza por medio de la palabra rítmica. La belleza existe en todas las cosas, pero se halla oculta en ellas y sólo algunos tienen el don de descubrirla totalmente, de comprendedla y de gozarla intensamente, y luego, bajo la impulsión de sus facultades creadoras, de reproducirla en su fantasía idealizándola y transmitirla a otros, en un arrebato de inspiración, por medio del lenguaje artístico. 
Aquellos que han nacido dotados con esa
maravillosa facultad, son los poetas. 
De ahí que, entre los antiguos, el poeta fuera mirado como un sagrado intérprete, un superhombre y un mediador entre Dios y el Mundo, creyéndolo depositario de los secretos de la Naturaleza, de la Humanidad y de la misma Divinidad, por cuyo motivo, solían tributarle honores casi divinos (Los poetas románticos no sólo se creían maestros, magos, precursores, sino profetas y mesías con una grandiosa misión).

2. Platón supone que el poeta, “el vate”, se despoja de su yo normal para substituirlo por un yo divino de modo que su arrebato es un delirio, un frenesí, un éxtasis producido en él por la divinidad inspiradora, por el demonio (daimón) de la sagrada poesía. En consecuencia, aconseja apartar a los poetas del gobierno de la Ciudad, porque, siendo sobrehumanos, legislarían en forma inaccesible al hombre y gobernaríam de manera irreal y utópica. 
Para Aristóteles, al contrario, el poeta es solamente un técnico que conoce a fondo su oficio; en cuyo caso la obra perfectamente construida de u autor mediocre superaría la obra maestra de un verdadero genio que se apartara de las reglas. 
Algunos críticos modernos, muy partidarios de la razón y enemigos de la poesía, se han atrevido llamar la obra del poeta un amable entretenimiento y agradable diversión del espíritu humano. Éstos confunden, indudablemente, al verdadero poeta con el vulgar versificador, mientras Aristóteles reduce la poesía a la técnica de la misma o versificación, olvidando que “no hay arte sin ingenio” y que de poco le serviría al poeta la servil observación de las reglas poéticas si no infundiera en su obra el fuego sagrado de la inspiración. 

3. En cuanto al papel que desempeñan los grandes poetas en la sociedad, sin duda es importante, puesto que en el inicio de las sociedades, a falta de la escritura, los poetas fueron los únicos depositarios de la historia de los pueblos. Algunos, como Homero, inmortalizaron a sus conciudadanos con sus versos imperecederos; el griego Hesíodo (1000 a.J.C.) es mirado como el fundador de la Mitología helena que imprimió un sello tan profundo al arte y a la literatura antigua y aún moderna del Clasicismo y de Renacimiento; los grandes poetas bíblicos Isaías y Jeremías (700 y 600 a.J.C.), con sus sublimes profecías, mantuvieron vivaz durante muchos siglos, la esperanza del orbe en Cristo venidero; Dante logró fijar el idioma italiano; ha sido incalculable la influencia de los poetas en los movimientos nacionales modernos; finalmente, es tal la importancia de los poetas en toda clase de evoluciones intelectuales, sociales y artísticas que el inglés Shelley (1792-1822 uno de los mejores poetas líricos de Inglaterra, inferior sin embargo a su amigo Byron 1788-1824), afirma “que los poetas, aunque no reconocidos como tales, son los legisladores de la humanidad.”

jueves, 26 de diciembre de 2013

I. De la Poesía en general

I. De la Poesía en general

1. Poesía es el arte cuyo fin primario es la realización de la belleza por medio de la palabra. 

Forma parte de las bellas Artes, representa lo bello; pero lo representa valiéndose del lenguaje hablado o escrito, cadencioso y rítmico, para convertir en realidad sensible la belleza concebida o ideal. 
La poesía, dijo Fenelon (Arzobispo de Cambrai y elegante autor de las Aventuras de Telémaco), es una pintura animada de las cosas. 

Las composiciones poéticas se llaman poesía; el que las compone el poeta y el arte que formula las reglas a que debe sujetarse, se llama poética o arte poética. 

2. El objeto de la poesía es variado y vastísimo, pues encierra todo cuanto cabe pensar, imaginar, percibir, querer y sentir: Creencias, ideas, deseos, fantasías, sentimientos, pasiones, dolores, alegrías, patria, familia, hogar, tierra y cielo, costumbres, recuerdos, tradiciones, glorias y desgracias. 
No hay cosa que no pueda embellecer la poesía por medio de la palabra artística. 

3. La poesía no reviste necesariamente la forma artística del verso,; existen obras de poesía escritas en prosa poética, es decir, armoniosa y cadenciosa a la par del mismo verso. 
Sin embargo, el lenguaje propio de la poesía es el versificado, “porque el pensamiento encerrado en el verso adquiere mayor resonancia, de igual manera que el viento, 
según la feliz comparación de Montaigne (1533-1592 Célebre filosofo y escritor francés, inmortalizado por sus Ensayos de estilo algo escéptico), produce un sonido más vibrante si es arrojado por el tubo estrecho de una trompeta”. 

Se ha dicho, que no toda la poesía es verso, como tampoco todo verso es poesía. Efectivamente, hay muchos asuntos versificados que no encierran ni asomo de poesía, por carecer de arte, inspiración o ideal. 
No se ha de confundir a un poeta con un vulgar versificador; existe una enorme diferencia entre la obra laboriosa del segundo y lsa estrofas inspiradas del primero. 
Se publican a menudo poesías que no tienen de tales sino el nombre y el disfraz de una trabajosa versificación, pues, en realidad, so prosa vulgar y rimada. 
Se ha dicho también que no hay cos escrita en verso que no pueda expresarse en prosa . Es innegable, ciertamente, perp la prosa, por más artística que sea, carecerá siempre del prestigio, de la seducción y del encantamiento del verso, sólo capaz de crear la belleza inmortal rayana en lo sublime. 

¿Qué los versos no son la poesía? 
- No, pero son su vestidura regia; 
son de su jerarquía el atributo; 
la pedrería son de su diadema; 
de su manto real son los armiños, 
la poesía, por el verso, es reina. 
................................(Zorrilla.)

4. Es muy grande la importancia de la poesía en la vida individual, social, nacional, etc.; efectivamente:

a) halaga con su armonía;

b) eleva el alma a las regiones de lo bello; 

c) cultiva sus inclinaciones rectas y la predispone a la gracia y a la elegancia moral; 

d) cuando su inspiración es patriótica, hermana a los ciudadanos, los alienta a las grandes virtudes y a las magnas acciones, los alza en los abatimientos momentáneos y en las vergonzosas postraciones y canta sus glorias y sus héroes; 

e) conserva el sagrado depósito de la tradición; el recuerdo de las primitivas costumbres; el testimonio de las creencias ancestrales, la voz y el sentir de todas las generaciones que nos precedieron. 

De ahí que el fin de la poesía, además de reflejar la belleza por medio de la palabra, sea halagar, enseñar, elevar el alma, confortarla, mejorarla, alimentando a la imaginación, a la inteligencia y a la sensibilidad con imágenes ideas y sentimientos aptos para llevarla a mayor perfección.